sábado, 8 de diciembre de 2012

Januká: la Festividad de las Luces



Januká: la Festividad de las Luces
Durante la época del segundo Gran Templo de Jerusalén, había un período en el cual el pueblo judío estaba dominado por el Imperio Griego y Sirio. Los griegos, conducidos por la tiránica monarquía del rey Antiojus, iniciaron una campaña de terror persecución cultural en la Tierra Santa.
Intentaron forzar a los judíos a aceptar a los ídolos griegos. Cuando los judíos se negaron a obedecer, los griegos comenzaron a emitir decretos prohibiendo la observancia religiosa. Cualquiera que fuera sorprendido circuncidando a su hijo, o guardando el Shabat o las fiestas sagradas, era condenado a muerte. Los griegos profanaron el Beit Ha'Mikdash (Templo) y sacrificaron un cerdo en el Misbeaj (Altar).
A través de todo Israel fueron construidos gimnasios a fin de que los jóvenes participaran en deportes griegos. La verdadera intención era adoctrinarlos en la cultura griega y apartarlos de la fe Hebrea.
Lamentablemente, muchos judíos se desviaron del camino de la Torá. Sin embargo, permaneció un sólido núcleo que se mantuvo fiel a la Torá a pesar de la amenaza de  muerte. Bajo la sombra de la espada, pequeños niños saldrían a los bosques para que se les enseñara Torá. Se apostaba un centinela(niño). Cuando los soldados griegos se acercaban, éste alertaba a los niños. Los estudiantes rápidamente cubrían sus libros con ramas y hojas y comenzaban a jugar juegos.
(A propósito, ésta es una de las explicaciones dadas como razón para nuestra costumbre de jugar al Dreidl en Januká. De acuerdo a la tradición, uno de los juegos que los niños jugaban era el Dreidl). (trompo o turra, todos ponen)
La situación se volvió insoportable. En el pueblo de Modin, vivía Matitiahu, el hijo de Iojanán, el Sumo Sacerdote. No amilanado por la desventaja numérica, él y sus cinco hijos lanzaron una ofensiva en contra de la masiva maquinaria bélica griega. Conducidos por su hijo Iehudá, varios miles de soldados no entrenados comenzaron a emboscar los campos militares del ejército griego. Éstos judíos observantes de la Torá ocultos en las montañas de Judea durante el día sólo salían de sus escondites en la noche para infligir daño al enemigo griego.
En sus escudos estaba grabada la palabra "Macabeos", un acróstico de las palabras "Mi Kamoja Ba'elim Adonai" --¿Quién es como Tú entre los poderosos, oh Eloha?--. Y con la ayuda de del Eterno, el puñado de Macabeos no entrenados para la guerra, tuvo éxito en vencer al poderoso ejército griego.
Cuando el último soldado griego fue expulsado del suelo santo, los Macabeos se reunieron en el Beit Ha'Midash. Inmediatamente comenzaron la difícil tarea de limpiar el Gran Templo y de reemplazar todos los utensilios rotos y profanados.
La noche cayó y había llegado el momento de encender la Menorá de siete ramas que estaba en el Beit Ha'Mikdash. Lamentablemente, no había suficiente aceite puro para encender la Menorá. Los griegos habían profanado cada frasco sobre el cual habían podido poner sus manos. Obtener aceite fresco tomaría seis días; cuatro para viajar adonde exprimían las olivas, y cuatro para retornar.
Milagrosamente, encontraron un pequeño frasco que tenía el sello del Sumo Sacerdote intacto. Había sólo suficiente aceite para que durase una noche. ¿Cómo encenderían la Menorá durante los siguientes siete días?
Encendieron la Menorá y ocurrió un milagro. El aceite que debía durar sólo una noche duró ocho días con sus noches.
Así el Eterno realizó milagros increíbles que merecen ser conmemorados: el primero, la milagrosa victoria de unos pocos sobre muchos y de los débiles sobre los poderosos. Segundo, el encuentro del aceite puro y, finalmente, el aceite durando ocho días.
Cada año, el 25 de Kislev, el día en que la guerra finalizó y la Menorá fue reencendida, celebramos la festividad de Januká por ocho días. "Januká" significa literalmente la reinauguración del servicio en el Beit Ha'Mikdash (Sagrado Templo). También insinúa las palabras "Janu Jaf-Hei" --descansaron el día 25--. El día 25 de Kislev, la guerra finalizó y los judíos pudieron reinaugurar el Beit Ha'Mikdash. (Santo Templo)
Celebramos Januká encendiendo una vela del Janukillo  (Menorá de ocho brazos mas un piloto llamado El Shamash) cada noche.
 El Janukillo debe ser ubicada en un área adonde todo el mundo la vea. Hacemos éstos para hacer público el gran milagro que el Eterno realizó. Algunos tienen la costumbre de ubicar el Janukillo a nivel de la puerta, en el lado opuesto a la mezuzá, mientras que otros la ubican en la ventana principal mirando hacia la calle.
El Rebinato instituyó el encendido público del Janukillo alrededor de todo el mundo para hacer público los milagros de Januká, y recordar a los judíos que pudiesen haber olvidado que es Januká que enciendan sus propios janukillos.
Nuestros sabios instituyeron una plegaria especial durante la Bendición de las Comidas y las plegarias del día a través de Januká. En esta plegaria, "Al Ha'Nisim", damos gracias a D-s por todos los maravillosos milagros que realizó para nosotros.

JANUKA II
Iehudit
En medio de las feroces batallas, una joven mujer llamada Iehudit, hija de Iojanán el Sumo Sacerdote, decidió que también quería ayudar a los judíos a derrotar al enemigo. Entró clandestinamente en el campamento del ejército griego e ingresó dentro de los cuarteles del general Holofernes.
Después de hacerse amiga del general, Iehudit le ofreció queso salado que había traído. Al malvado general le dio mucha sed después de comer el salado queso. La inteligente Iehudit también trajo consigo un vino muy fuerte el cual le ofreció al sediento general. Lo bebió y rápidamente cayó en un profundo sueño.
Aprovechando la oportunidad, Iehudit valientemente sacó su espada y decapitó al general Holofernes. Abandonó sigilosamente el campamento con la cabeza del general en una bolsa y la colgó en un muro muy alto fuera del campamento. Al amanecer al día siguiente, los soldados griegos vieron la cabeza decapitada de su general. Desconcertados y aterrorizados, huyeron del frente dando a los judíos una gran victoria.
Existe una costumbre de comer comidas aceitosas (fritos) en Januká, como Latkes,  torrejas, buñuelos stc., para conmemorar el gran milagro que el Eterno hizo a través de Iehudit y su queso aceitoso y salado. Otra razón para esta tradición es que el principal milagro de Januká, el frasco de aceite que duró ocho días, tuvo lugar con aceite.
El acto heroico de Iehudit también dio origen a otra costumbre. Debido a que las mujeres jugaron un rol tan crucial en la derrota de los griegos, Januká tiene un significado adicional para las mujeres. Por lo tanto, las mujeres tienen una costumbre especial de no hacer ninguna labor manual (como planchar, lavar, etc.) mientras las velas de Januká están encendidas.

JANUKA III
Janá y sus Tres Hijos
El martirio de Janá y sus tres hijos es una verdadera inspiración para la humanidad en todas las generaciones:
Los siete hijos fueron tomados prisioneros por negarse inflexiblemente a aceptar la religión griega. Cuando fueron traídos para ser juzgados frente al rey, se dirigieron al mayor:
"Adora al dios griego y te haré mucho bien".
Éste se negó de manera absoluta y dijo: " el Eterno nos ordenó ' No tendrás otro dios aparte de Mí; no adorarás ningún ídolo.' Creo en D-s, Creador del cielo y la tierra y Rey del universo entero."
Y así siguieron sus seis hermanos en forma sucesiva hasta llegar al hermano menor. Los seis hermanos fueron todos torturados sin misericordia hasta la muerte pues su fe en el Eterno estaba firmemente cimentada en sus corazones y bajo ninguna circunstancia se desviarían de su religión. Entonces, el rey le dijo al más joven, "Tengo misericordia por ti. No quiero que tengas el mismo destino que tuvieron tus hermanos. Ven, arrojaré mi anillo en piso y quiero que lo recojas. Los espectadores dirán entonces que obedeciste la orden del rey de arrodillarte frente a un dios griego y de esa forma salvarás tu vida."
El pequeño niño exclamó en voz alta, llorando, "¿Crees que profanaré el nombre del Todopoderoso D-s para honrar a un ser de carne y sangre? Mátame tal como mataste a mis hermanos".
Janá observaba cómo la vida de sus queridos hijos era tomada una por una. Pidió que se le permitiera por lo menos abrazar a su hijo, quien era tan querido para ella, antes de morir. El cruel rey y sus hombres le negaron incluso este pequeño favor así que Janá gritó en llanto:
"Vayan, hijos míos, y díganle a nuestro Patriarca Avraham que él trajo un sacrificio y vuestra madre trajo siete sacrificios el día de hoy." El coraje y el espíritu que existía en los corazones de estos siete niños fue infundido en ellos por su madre. Su amor por la Torá de D-s era tan fuerte que preferían morir santificando Su nombre que vivir profanándolo. Janá, entonces, subió al techo y se arrojó para encontrar su muerte ante que adorar un dios extraño.
ALGUNAS LEYES DE JÁNUKA
1.    Las velas de Januká deben encenderse después de la puesta del sol y deben durar por lo menos media hora después de la salida de las estrellas.
2.    Se pueden usar velas (preferiblemente de cera de abeja) y aceite (preferiblemente de oliva) para la Menorá de Januká. (Janukillo)
3.    3. Además del número de velas encendidas de acuerdo a la noche específica de Januká debe encenderse un Shamash, o "vela de servicio". El Shamash es usado para encender las otras velas. (se conoce como la vela piloto)
4. La primera noche se dicen tres bendiciones cuando se enciende el janukillo:
 a. Bendito eres Tú…quien nos ordenó encender las velas de Januká.
 b. Bendito eres Tú…quien hizo milagros a nuestros ancestros en aquellos días y en esta época.
 c. Luego se recita el Shehejeianu: Bendito eres Tú…quien nos dio vida, nos mantuvo y nos hizo llegar hasta este momento.
5. Las velas se preparan de la derecha hacia la izquierda y se preparan las velas antiguas primero. Las velas se encienden de izquierda a derecha de tal forma que siempre encendemos las nuevas velas primero.
6. Después que se encendió el janukillo se recita la plegaria "Hanerot Halalu" (Estas Velas).
7. El viernes en la noche, las velas son encendidas antes de que comience Shabat y antes de encender las velas de Shabat. El sábado en la noche, las velas son encendidas después de Shabat y después de hacer Havdalá.
8. Se acostumbra en los hogares, sentarse a un lado de las velas de Januká por media hora después de encenderlas. Está prohibido usar la luz de las velas para leer o trabajar. Ésta es otra razón por la cual se enciende el Shamash (vela piloto). Dado que la luz del Shamash puede ser usada para beneficio personal, si es que estamos recibiendo luz que nos esté asistiendo, consideramos que es luz del Shamash y no que nos estamos beneficiando de la luz de las velas de Januká.
9. Januká contiene la palabra "Jinuj", que significa educación. Por lo tanto, es una costumbre de los padres y maestros dar a los niños "Januka Guelt" --dinero para estimularlos a aceptar el yugo de la Torá--.
10. En Januká jugamos un juego especial llamado Dreidl. Un dreidl tiene cuatro lados. A cada lado del dreidl hay una letra hebrea: Nun, Guimel, Hey y Shin. Éstas tres letras representan la frase "Nes Gadol Haia Sham" --Un gran milagro tuvo lugar allá--. En Israel, los dreidls tienen la letra Pei en vez de la Shin. La Pei es la primera letra de la palabra Po; la frase significa entonces: "Un gran milagro tuvo lugar aquí".